.
Podemos dividir este recorrido vital en 4 periodos:
Pascual Torres Crego. 1895-1933.
Etapa de regencia. 1933-1949, con Dolores Pajón Sanjurjo,
viuda de Pascual Torres, como titular.
Alfredo Torres Pajón. 1949-2008.
Xosé María Torres Bouza: 2008-actualidad.
En ese momento había pocas farmacias en el concello: unicamente la de Pedro Castiñeiras Villarnovo, insigne artista, fundada en 1875, y la de Juan López García (A Guarda, 1864), curiosamente compañero de estudios de Pascual, que había instalado su farmacia en la propia villa de Ortigueira el 20 de febrero de ese mismo año, aunque estaría poco tempo, la cerraría en 1900. San Claudio, que tenía farmacia desde 1800 (tal vez por su antigua y concurrida feria del tercer domingo del mes), había quedado sin ella tras fallecer el
En cuanto al resto de la comarca del Ortegal, ni Cerdido ni Mañón contaban con establecimiento farmacéutico ninguno; únicamente Cedeira contaba con el destacado boticario Gerardo Villabrille Abella(1844-1924), una polifacética persona: escritor, periodista, músico... que llegaría a ser alcalde de aquella población. Tampoco en As Pontes de García Rodríguez, perteneciente al distrito judicial de Santa Marta, había botica alguna.
Etapa de Pascual Torres Crego. 1895-1933
Pascual era hijo de Antonio Torres Rodríguez (Betanzos, 1830), comandante de Infantería de Marina, pero que ya había fallecido en 1889, y de Antonia Crego Pardo (1836-1902), natural de Cuiña (Ortigueira); esto último puede darnos una idea de por qué Pascual Torres decidió instalar su farmacia en Ortigueira.
Pascual tenía varios hermanos: Antonio (nac. ?? ), Manuel (nac. en 1858 y emigrado a Cuba), y Alfredo (1864-1884), todos fallecidos o ausentes en 1895.
Tiempo habrá para hablar de Pascual, que en 1897 trasladaría la farmacia a su ubicación actual, en la hoy llamada avenida Escola de Gaitas de Ortigueira, pero viene al caso indicar que sin duda su vida estuvo marcada por otro virus, el de la poliomielitis (no descubierto entonces, claro; no fue aislado hasta 1908 por Landsteiner y Popper). Era, por cierto, un virus ARN, como el actual coronavirus SARS-CoV2. La polio le había ocasionado a Pascual una parálisis infantil en la pierna derecha, que tenía menor longitud y musculatura que la izquierda. Era por tanto cojo, y caminaba con muletas axilares.
También podemos señalar, en este tiempo de pandemias, que Pascual vivió la llamada gripe española o gripe del 18, como el mismo señalaría años después en un escrito al concello, para protestar por una tropelía, una injusticia cometida con el:
«Que cuando la epidemia gripal –año 1918- invadió a los habitantes de este distrito, estuve expuesto al contagio porque mi activa actuación, durante cuarenta días que duró en su mayor intensidad la peste gripal, no me permitió descansar más de cuatro horas de las veinticuatro del día, para atender a los que reclamaban mi auxilio profesional, entre los que figuraban muchísimos pobres, que por no estar incluidos en las Listas de la Beneficencia Municipal, dispensé medicamentos que el médico prescribía para la curación, sin retribución alguna... ya que la misión que me está encomendada por mi profesión, así lo exigía”».
Unas palabras que nos hace estar orgullosos de la estirpe de los Torres. Sobre su carácter, algo más podemos vislumbrar en la descripción que hace su biznieto Carlos López-Keller Álvarez:
«Tiempos de dictadura, más tarde República. Tiempos de discusiones, tertulias y cenáculos. Vemos a D. Pascual Torres, hombre inteligente, boticario, republicano, progresista y ateo...»
(Homenaje a Laureano Álvarez. Concello da Coruña. 1999)
Etapa de regencia 1933-1949
Durante esta etapa, la farmacia estuvo tutelada por los siguientes farmacéuticos:
Santos Galán Arrabal, de 1933 a 1934. Un señorito ferrolano.
Antonio Cotovad García-Parallé. 1934 a 1938. Grandísima y altruista persona.
José Deus Fernández. Mayo-agosto de 1938, natural de Mugardos
Marcial Lens Pita, de 1938 a 1945. Ortigueirés de nacimiento, culta y ejemplar persona.
María Luisa Lema Pintos, de 1945 a 1949. Mujer pionera y altruista persona.
Sin embargo, la verdadera responsable de la Farmacia sería Rosario Torres Pajón, una de las hijas mayores (gemela de Guadalupe, y nacidas ambas en 1908), que tenía 25 anos cuando fallece su padre. No pudo estudiar farmacia, pese a que Juan Barreiro, gran amigo de Pascual Torres y titular de una importante farmacia en Ferrol, le había ofrecido sufragar los gastos de sus estudios. De la calidad humana de la tía Charo podemos vislumbrar algo en estas precisas palabras:
“En la farmacia de Torres, Charo sube y baja infatigable los escalones de la rebotica con pomadas, vitaminas y jarabes que deposita en el mostrador, para abrazar al recién llegado, curado de tantas y tantas heridas –caídas de la bicicleta, pedradas, alguna de la propia retaguardia…- con tintura de yodo, pero sobre todo con la milagrosa ternura de su inolvidable sonrisa…”
(Ramón Farré. La Voz de Ortigueira, 18.02.2000)
Rosario Torres fallece en 1988.
Etapa de Alfredo Torres Pajón. 1949-2008
Alfredo estudia Farmacia por indicación familiar y desempeña la profesión farmacéutica durante 59 años, en diversas facetas: como boticario principalmente, pero también como analista clínico -conseguiría verse reconocido como farmacéutico Especialista en los años 80-, como Inspector Farmacéutico Municipal durante los años 70 y 80. Todo esto le llevaría a desempeñar puestos en la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña en los años 60, 70 y 80, que dejarían una impronta en esa institución.
Algún merito tendría cuando la Asociación de Antiguos Alumnos de la Facultad de Farmacia de Santiago lo distinguió con el nombramiento de Farmacéutico Ejemplar en 1987. Otras facetas menos conocidas serían la desempeñada en el ámbito judicial (siguiendo la estela de su padre, que ejerció en el mismo ámbito) como fiscal municipal en el Juzgado de Ortigueira. Desarrollaría también una importante labor en el ámbito social en Ortigueira como profesor de enseñanza media, durante más de 25 años. Sería primero en la Academia del reverendo D. Jesús Márquez Cortiñas, entre 1949 y 1965, y después en otra Academia -entre 1966 y 1975- impulsada por varios padres de familia, y en la que tuvo una importante participación.
En otro lugar se ha hablado ya de su faceta como divulgador botánico e investigador aficionado sobre la historia de Ortigueira. De todo ello anotaremos simplemente su obra "Las ortigas. Una revisión interesada", publicada por edicións O Paporroibo en 1994.
Para no extender esta reseña, apuntamos solo las palabras, amables y cariñosas, de la escritora Obdulia Dopico en un obituario:
«Era un boticario excepcional que trabajaba como una hormiga en su rebotica, escribiendo, indagando, leyendo, buscando... un enamorado de Ortigueira y de la Cultura en el más amplio sentido de la palabra...
Tenía siempre la justa palabra de aliento, una sonrisa en los labios, pero una firmeza y una seriedad muy particular cuando se trataba de trabajo, que le gustaba bien hecho. Colaborador entusiasta de cuanto evento cultural se preciara, nunca dijo no a su participación, y de esa casta humana vamos aprendiendo...»
(La Voz de Ortigueira, 3 octubre 2008)
Etapa de Xosé Mª Torres Bouza. 2008-actualidad
No tiene, para la perspectiva histórica de este 125 aniversario, mayor interés esta etapa, en la que Xosé María se hace cargo de la farmacia familiar a la muerte de su padre, Alfredo. Ya había fallecido en 2004 el otro hermano farmacéutico, Carlos Torres, por lo que había pocas dudas de quien cogería el timón.
Referente a la ubicación de la farmacia en si, destacar que el edificio centenario donde se situaba fue reconstruido en 2015, pasando a ampliar su superficie y a modernizar sus instalaciones.
En cuanto a Xosé María, por señalar alguna característica de su vida: experiencia laboral en la industria farmacéutica y en la educación pública como profesor de Ciclos Formativos de FP. Ya en otros ámbitos, apuntar su interés por el mundo solidario, participando en las Juntas directivas de la ONG Farmamundi y de la Coordinadora Galega de ONGD (de la que fue presidente entre 2005 y 2011), y su faceta como amante de la Cultura. Así, tuvo un papel en el nacimiento de la Revista Terras do Ortegal en 2014, hoy un anuario consolidado en el que se difunde la cultura y el patrimonio de la comarca.
Las empleadas de la Farmacia
Nada se puede hacer solo, y en una farmacia menos. Más allá de los titulares siempre hay otras personas que componen el equipo de la farmacia. Desde el ya lejano practicante de farmacia Manuel Pérez Hermida, nacido en Ferrol, y que acompañaría en 1895 a su principal (así lo describe el en una dedicatoria) Pascual Torres en Mera, muchas personas colaboraron en la farmacia: desde los hermanos Torres Pajón: Pascual, Antonio, Manolo y Santiago; la esposa de Alfredo, Ana María, e los hijos de ambos: Alfredo, Ana María y Carlos.
Todos ellos, seguidos de las farmacéuticas y auxiliares que trabajaron en cortos periodos, hasta llegar a las 2 personas que conforman hoy el espléndido equipo de la Farmacia Torres: las auxiliares Carmela Díaz Mera y María Bouza Campanario. Carmela comenzó a trabajar e 1 de abril de 1993, por lo que esta fecha es también otro motivo de celebración: 27 anos de trabajo. María comenzaría a trabajar algo más tarde, en enero de 2000, por lo que ya supera los 20 anos de servicio.
A todas, a todos los que colaboraron en la ya larga historia de esta farmacia de Ortigueira, gracias y enhorabuena!
.