
En los últimos tiempos la sanidad española afronta diversos problemas debido a la crisis económica que afecta a España.
Como todo el mundo sabe, la sanidad española es fundamentalmente de competencia autonómica, quedando muy pocas materias que dependan del ministerio de Sanidad, como puede ser la coordinación sanitaria, la Sanidad Exterior, los productos farmacéuticos...o alguna gestión residual, como la de la asistencia sani


La verdad es que más allá de la existencia de causas más o menos justificadas en estos problemas, la situación comienza a parecerse al siglo XI de la península ibérica, conformada en una gran parte de ella por los denominados Reinos de Taifas. Eran estos pequeños estados nacidos de la desintegración del califato de Córdoba y que duraron hasta la llegada de los almorávides, en los siglos XI-XII. Esas taifas mantenían alianzas o enfrentamientos variables y en todas direcciones al calor de cualquier interés económico, militar o comercial.
Una de las noticias que nos ha llevado a evocar a los reinos de Taifas es la noticia de que la comunidad de La Rioja dejará de prestar asistencia sanitaria a unos 8.000 habitantes alaveses de diversos pueblos (Laguardia, Elciego...) de la comarca natural de la Rioja alavesa, a los que queda más cerca -apenas una decena de quilómetros- el hospital de Logroño que desplazarse hasta Vitoria, a unos 40 km de la zona.
El que estos habitantes de una autonomía utilizaran recursos sanitarios de otra entraba en la más sencilla lógica sanitaria y en el más simple sentido común, y por lo demás, muy frecuente en zonas limítrofes de todas las comunidades autónomas y en cualquier sentido. Todo ello sin dejar de reconocer que al ser las sanidades de gestión autonómicas, deberían existir mecanismos compensatorios para que los presupuestos de una comunidad no tengan que afrontar gastos que no les competen.
Pero esa suposición no debe de ser realidad, y en los últimos tiempos, los problemas saltan a la actualidad de forma progresiva, en Cataluña, y más recientemente en La Rioja.
Lo que no deja de sorprender es que la medida parta de La Rioja, una comunidad regida por el Partido Popular, defensor a ultranza de la unidad de España y crítico sin mesura de cualquier inicativa que vaya en dirección contraria.
Pero ya se sabe que a veces se critica lo que hace el adversario, mientras que las decisiones de uno son siempre razonables, por mucho que vayan contra los propios principios. En fin...