miércoles, 8 de diciembre de 2010

Botiquines caseros y despilfarro

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Un amigo con oficina de Farmacia me comenta el asombro que tiene con las devoluciones de cajas con medicamentos que realizan los familiares de un paciente cuando éste se muere.
Los familiares conocen que desde hace años casi todas las farmacias estan integradas en el sistema SIGRE, que elimina -teóricamente, dado el escándalo conocido el año pasado- los residuos de medicinas de forma controlada.

Así, llegan a las urnas de recogida montones de cajas, ante las que cabe hacer varias reflexiones:
  • La gente acumula medicamentos sin necesidad, por que son gratis para los pensionistas. Es lo que cabe pensar al observar 2 envases inmaculados y sin abrir de, por ej., Maygace Altas Dosis (R), un progestágeno que estimula el apetito, y que se usa en estados avanzados de desnutrición. ¿PVP? 127 € x 2 = 254 €!!
  • ¿El despilfarro es algo general? Leyendo noticias como ésta, que dice que los gallegos desperdician al mes 53 Tn de fármacos y reciclan 18.000 kg, parecería que sí.
Sin embargo, hay que recordar que en las urnas de recogida se depositan envases de cristal y plástico vacíos, cajas, embalajes, blisters metálicos, tubos de cremas vacios, prospectos de papel, etc., pues todo ello se pide que sea entregado. Deducir que todo ello son fármacos desperdiciados es una extrapolación insensata.

Las raíces del acúmulo de medicamentos en un botiquin casero son varias; una de ellas es la necesidad de disponer de medicamentos de primera necesidad para un caso agudo, y que pueden caducar sin ser utilizados. Criticarlo sería como criticar el gasto por tener un quirófano preparado (con cirujan@s, anestesistas, enfermer@s, técnic@s aujxiliares, etc.) en un hospital por si llega un accidentado.
Otra razón podría ser la de los cambios en el tratamiento, indicados por el médico, que hace obsoletas las medicinas ya en poder de los pacientes.

Pero la razón principal que avanza un estudio británico reciente es otra: la del incumplimiento terapéutico. Es decir, que por razones diversas (edad avanzada, falta de familiares que colaboren en la toma, despistes, olvidos, mal sabor o efectos secundarios de los medicamentos, falta de confianza en los mismos…) van quedando en esos botiquines.
Este estudio, realizado por investigadores de la universidad de Londres, revela que los hogares británicos guardan 90 M libras de medicamentos de prescripción. Con todo, el estudio no se queda únicamente en el dato supuestamente escandaloso, sino que propone medidas, como trabajar con los pacientes para aumentar su adherencia a los tratamientos. Una clara vía para la atención farmacéutica, de la que hablaremos otro día.

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