Tras un cierto tiempo sin nuevas entradas, recobramos el pulso de la actualidad, reproduciendo el artículo -al que he contribuido- que difunde Farmamundi con motivo del 25 de abril, Dia Internacional de Lucha contra la Malaria. Aquí está:
La vacuna contra la malaria, ¡medicamento esencial ya!
Con motivo del Día internacional de
lucha contra la Malaria, que se celebra el 25 de abril de cada año a
propuesta de la OMS, desde Farmamundi creemos que se debe iniciar ya la
inclusión de la vacuna contra la malaria entre los medicamentos
esenciales. Unos 3.500 millones de personas, vive en zonas donde se
transmite esta enfermedad cuyos costes económicos, sólo en África,
equivalen a 12.000 millones de dólares anuales. Estimaciones de un
estudio publicado en The Lancet el pasado febrero indican que la malaria
causa 1,25 millones de muertes en todo el planeta -más de la mitad en
niños menores de cinco años- casi el doble de las estimadas
anteriormente.
Un comité de expertos de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha reunido en Ginebra en este
mes de abril para revisar su listado de medicamentos esenciales, que
actualmente está formado por más de 350 fármacos. El objetivo es que la
actualización, esté preparada a lo largo del tercer trimestre de este
año.
Dicha lista, que este organismo de
Naciones Unidas actualiza cada dos años desde la aparición de la primera
en 1977, sería la número 18. También está prevista la aparición de la
lista número 4 de medicamentos pediátricos. En ambos casos, se trata de
orientar a los países, en especial a aquellos en vías de desarrollo, de
cuáles son los medicamentos necesarios para atender las necesidades de
salud más básicas y prioritarias.
La vacuna RTS,S podría comercializarse a finales de 2014 o 2015
La vacuna RTS,S está dando los últimos pasos en su desarrollo clínico, con diversos ensayos en fase III en siete países africanos, dirigidos desde el Centro de Investigación en Salud de Manhiça en Mozambique por un equipo liderado por el español Pedro Alonso; tras las conclusiones de estos estudios se espera que se pueda comercializar a finales de 2014 o ya en el año 2015.
La vacuna RTS,S está dando los últimos pasos en su desarrollo clínico, con diversos ensayos en fase III en siete países africanos, dirigidos desde el Centro de Investigación en Salud de Manhiça en Mozambique por un equipo liderado por el español Pedro Alonso; tras las conclusiones de estos estudios se espera que se pueda comercializar a finales de 2014 o ya en el año 2015.
El último informe de situación,
publicado por la OMS el pasado mes de marzo, daba cuenta de lo avanzado
de los ensayos, y si bien han aparecido datos negativos sobre la
eficacia a medio y largo plazo -que podrían resolverse mediante dosis de
recuerdo-, su eficacia es clara a corto plazo en niños pequeños, donde
la mortalidad es más elevada.
La vacuna RTS,S/AS01 que se está
desarrollando, es un fármaco preparado a partir de la proteína RTS,S
generada por ingeniería genética que combina un fragmento del
circumsporozoito de Plasmodium falciparum, el parásito responsable de la
forma de malaria más grave, y moléculas del antígeno de superficie del
virus causante de la hepatitis B destinada a reforzar la respuesta
inmune del cuerpo, así como un sistema adyuvante propiedad de Glaxo por
el que la RTS,S induce la producción de anticuerpos y células T que
interfieren la capacidad de infección en humanos del parásito de la
malaria.
Pero contra lo que muchos piensan,
la vacuna es propiedad de multinacional británica Glaxo, que inició en
Bélgica su desarrollo hace casi 30 años, con la colaboración del
Instituto Walter Reed de Investigación Médica del Ejército de EEUU. Y
pese a contar con importantes apoyos económicos de gobiernos y de modo
especial de la Fundación Gates, la vacuna está patentada y es propiedad
de GlaxoSmithKline (GSK), que podrá comercializarla al precio que estime
oportuno.
Vacuna en la lista de medicamentos esenciales
Es importante que la sociedad civil mundial exija a la OMS que la vacuna contra la malaria sea incluida ya en su lista de medicamentos esenciales, y que esta calificación sea una palanca que contribuya a que su precio sea bajo y accesible a las poblaciones desfavorecidas de muchos países pobres, los más expuestos a la enfermedad.
Es importante que la sociedad civil mundial exija a la OMS que la vacuna contra la malaria sea incluida ya en su lista de medicamentos esenciales, y que esta calificación sea una palanca que contribuya a que su precio sea bajo y accesible a las poblaciones desfavorecidas de muchos países pobres, los más expuestos a la enfermedad.
No debe repetirse el caso de la
medicación contra el sida, los antirretrovirales, que durante años
estuvieron excluidos de la lista de medicamentos esenciales. Desde la
aparición del primer fármaco, el AZT en 1987, y de forma más llamativa
desde la aparición de los inhibidores de la proteasa en 1996, la OMS no
incluyó estos fármacos hasta 2003, en que se publicó la lista 13 de
Medicamentos Esenciales. Ello provocó que millones de personas en países
empobrecidos murieran por ser incapaces de costear el tratamiento, cuyo
importe era de entre 10.000 y 20.000 dólares por persona y año, cuando
el gasto sanitario en algunos países africanos es de 10 dólares por
persona y año.
Como hemos pedido reiteradamente
desde Farmamundi y otras ONG sanitarias internacionales, los
medicamentos esenciales deben estar excluidos de las reglas de propiedad
intelectual impulsadas por la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Incluyamos ya a la vacuna contra la
malaria entre los medicamentos esenciales y hagamos que su uso no esté
dificultado por su precio y su patente. Los medicamentos esenciales son
básicos para poder acceder a la salud, hoy considerada un derecho
humano. Sigamos la línea marcada por la India con la reciente sentencia
contra la farmacéutica suiza Novartis, y la de otros países en vías de
desarrollo como Brasil que han concedido licencias obligatorias para
poder producir medicamentos para patologías graves a precios reducidos.